Soñando en algún lado

Empieza un nuevo día con el planeta Tierra acabándose. Constantes terremotos en lugares específicos, apenas queda un árbol en pie, lluvias ácidas que dañan a las pocas especies que quedan, erupciones volcánicas que están acabando con los pueblos y ciudades más cercanos estilo Pompeya.

Me llamo Neil, vivo en Houston, Texas. Cerca de la sede de la Nasa. Tengo 16 años y mi padre trabaja en la NASA. Desde pequeño me interesé por el espacio, la vida extraterrestre, las misiones espaciales…

Hoy día, día veintiuno de diciembre de 2036, han llamado a mi casa un hombre con la voz muy rara que necesitaba a mi padre de urgencia en uno de los pocos edificios que quedan en pie la ciudad, la sede central de la NASA. Han estado varias horas reunidos discutiendo sobre cómo acabar con esta serie de desastres naturales. Al día siguiente, entre varios biólogos y científicos y mi padre han dado con la “solución” al problema, VIVIR EN OTRO PLANETA

nave relatoto

Toda mi familia, cuando nos lo contó a la hora de comer, pensamos que se les había ido la cabeza, pero no. Mi padre tras varias horas intentado persuadirnos con unos argumentos bastante buenos nos convenció. También nos dijo mi padre que mañana tenía un viaje muy importante, tenía que ir hablar con el mismísimo presidente Barack Obama y sus consejeros. Y yo pues obviamente quería ir. Y estuve insistiendo a mi padre hasta que se durmió, yo obviamente no podía dormir sabiendo la oportunidad que me estaba perdiendo, ir a debatir con el “presi”. Después de estar toda la noche intentando dormir, llegó el amanecer y me comencé a vestir quedando aún 5 horas para partir al aeropuerto aunque mi padre ya estaba despierto. Preparé mi mochila con todo lo que tenía sobre la ciencia y el universo, libros como “Cosmos” y “The Right Stuff”, mi libreta donde plasmaba lo que iba pensando sobre la vida en otros planetas, y una brújula. Me metí en el maletero del coche y procuré no dormirme para estar atento cuando entra en acción, noté que el coche se movía, y que era mi padre el que conducía. Llegamos al aeropuerto y note como íbamos frenando, llegaba el momento, el coche frenó por completo, miré por la ventana de atrás y vi que estaba parado, además estaba parado junto a un grupo que le saludaron y pensé que eran sus amigos, junto a ellos Michael E. Brown, uno de los grandes astrónomos de nuestra época. También había dos hombres trajeados que en el pantalón se les notaba un arma. Salí del coche disimuladamente pero los dos hombres trajeados me pillaron, mi padre me echó la bronca y llamó a mi madre pero no había tiempo que esperar había saltado la alarma del aeropuerto y teníamos que viajar sí o sí por lo tanto tuve suerte y me conseguí colar en el avión. No me enteré del viaje porque estuve durmiendo todo el rato, ya en Washington nos vinieron 4 furgonetas blindadas a buscar, teníamos prisa por solucionar este problema global. Rápidamente llegamos a la Casa Blanca y en sala de reuniones estaba Barack Obama y 5 de sus consejeros, la reunión comenzó muy rápido, debatieron sobre la idea y no la veían mal del todo luego ya comenzaron de cosas raras y no me enteré nada. Después de aproximadamente catorce horas de reunión, Barack Obama se dirigió a los medios y dijo que el próximo treinta de diciembre saldrá una nave espacial enorme hacía el sistema solar en busca de vida en otros planetas. Y mi padre estaba entre uno de los viajeros, me acerqué para hablar con Obama y le sugerí que la mentalidad de un niño podría ayudar, Obama lo vio como una opción.

Día treinta de diciembre de 2036, el viaje a al sistema solar es una realidad y yo formaré parte de él, un chaval junto a 11 expertos en una nave enorme, tenía por delante 4 clases de preparación en 3 días.

Llegó por fin el viaje más importante que ha hecho el ser humano, estaba demasiado nervioso, me despedí de toda mi familia. Tenía muy claro lo que tenía que hacer en el despegue pero  estaba demasiado nervioso e igual podía hacerlo mal. Llegó el gran momento, todo se iluminó, y escuchaba por mis cascos, 3… 2…. 1… Apreté el botón y noté como si estuviese atado a la cabina delantera del tren más rápido del mundo. Cerré los ojos durante gran parte del viaje pero no podía aguantar no mirar por la ventana y ver todo el mundo, una imagen única. Noté una calma total. El silencio dominaba la nave y solo se oía los motores de la nave tras un día me pude levantar del asiento y podía flotar, hacer piruetas pero no estábamos para jugar me enseñaron el funcionamiento de la nave mientras nos aproximábamos al primer destino  era Marte el planeta rojo,  las vistas eran preciosas pero apenas podía disfrutarlas el traje me quedaba raro pero no me lo podía quitar según nos aproximábamos iba notando un cambio de temperatura hacia más frio.

Llego la hora de aterrizar nos colocamos cada uno en su asiento e  iba notando que perdía fuerza y descendíamos note como un golpe ¡habíamos aterrizado! según se abría la puerta…vi una imagen de tierra roja desplegamos un robot para explorar montamos una especie de laboratorio guiado por la nasa y estuvimos unos días. Al tercer día recogimos tras no haber encontrado posibilidad de vida en Marte subí a la nave me coloque en el asiento para el despegue note el funcionamiento de los motores según subíamos íbamos notando como algo no sabíamos el que se acercaba cada vez más cerca a pocos metros golpeo en la nave desviándonos estábamos perdidos pero con el destino de un planeta que se veía a lo lejos  preguntamos a la sede de la nasa y nos confirmó que el planeta era Ceres según llegamos vimos que era imposible la posibilidad de vida ya que hacia muchísimo frio por la gruesa capa de hielo y su pequeña extensión  decidimos abandonar nos dirigimos a Júpiter era un retroceso en el camino y un destino previsto desde el principio tardamos cuatro días y vi cómo nos íbamos acercándonos tras una tormenta de asteroides choco uno en un motor dañándolo el aterrizaje fue difícil ya que había perdido fuerza vimos que no se pudo solucionar tuvimos que buscar soluciones la manera de sobrevivir avisamos a la sede pero nos avisaron que tardarían diez días en llegar así que nos las tendríamos que apañar de alguna manera para sobrevivir pasaron los tres primeros días los suministros de comida carecían y buscaron una manera de reemplazar la comida por una artificial estudiaron el tipo de suelo y tras unos largos experimentos llegaron a una conclusión que  mezclando  piedras picadas con barros y agua podían hacer una mezcla y con suerte se regeneraría una planta. Plantaron una semilla y pasando un par de días se veía como la planta iba creciendo por fin! encontraron un planeta donde poder vivir habían pasado 7 días quedaban 3 para que llegasen al rescate ya tranquilos por a ver cumplido la misión esperaron el rescate con comida plantada por ellos. Al décimo día llego una nave en busca de ellos y subieron a la nave con regreso a la tierra felices por a ver encontrado planeta en el que habitar ya en la tierra se les reconoció un trabajo con condecoraciones y felicitaciones.

Manuel y Roberto

Sin título

Manuel y Roberto